Día 47. 13 de diciembre Hemos iniciado una nueva propuesta: Poema-objeto. Consistirá en realizar una fotografía impulsada por un sentimiento, una idea y compensar dicha idea, sensación o pensamiento con un haiku. El proceso también puede ser a la inversa. Aún no he tenido una idea que me haya convencido, ni una sensación o recuerdo fuertes que me muevan a plantearme llevarlo a cabo, por lo que continuaré dándole vueltas al tema y plasmaré posteriormente mi evolución al respecto.
Día 53. 6 de enero Hoy he matizado totalmente las sensaciones que predominarán en mi haiku y lo he escrito a partir de un fragmento que redacté hace tres años.
Tras piel húmeda
y su sien palpitante.
Luces de neón.
He elegido como protagonista para mi poema objeto las sensaciones que experimenté hace tres años, cuando me mudé a Málaga y conocí a esas maravillosas amistades con las que compartí y comparto aún ese tipo de momentos y sensaciones. En mi poema hablo sobre el cambio, la humedad de la noche y su registro más acusado, las luces de neón.
En mi escultura me gustaría hablar sobre todo lo que esas personas te aportan, de modo que tendría que llevar a cabo alguna referencia que se asemeje a un puzzle y dando de ese modo a entender todo lo que te forma y los huecos que aún se guardan para futuras personas interesantes que se crucen en mi vida. Querría además someter la pieza a dos luces, una azul y otra rosa, como claro simbolismo a las luces de neón y ese ambiente nocturno que tan característico me es de dicha transición.
Me gustaría llevar acabo algún busto y someterlo a los registros de Bruno Walpoth ya que creo que ese tipo de desgaste en el color o la actitud de sus esculturas dan pie al resultado que me gustaría alcanzar. Aún todo está en el aire.
Este es el escrito original, el cual pertenece a una serie que escribí sobre varios personajes y todos ellos están en primera persona:
"El petróleo corre por mi garganta de forma vertiginosa hasta hacerme vomitar.
Vuelvo a temblar una vez más. La piel perdura húmeda tras las últimas lágrimas.
Siento mi sien palpitar, me arden los ojos. No he conseguido dormir en estos días.
Me es imposible entrar en la cama.
Las sábanas han acabado ennegrecidas por la fricción de las colillas y el colchón continúa duro.
Las humedades que deforman el techo con angostas formas, retorciéndose, ansían deshacerse del hormigón y la oscuridad hasta llegar a mí y tragarme, ahogarme en la culpabilidad.
El sonido de la noche se filtra entre las grietas: coches, luces de neón impregnadas con el aroma a asfalto podrido, restos de cristales, sangre y alcohol."
Este fragmento habla de las sensaciones después de un suceso violento que marcaría la vida de este personaje. Aunque no comparto las sensaciones que ahí he proyectado ni pretendo que mi escultura lo haga, sí que pertenece a esa etapa de la cual pretendo hablar por lo que personalmente se encuentra en estrecha relación.
Día 55. 24 de enero. La última propuesta está tomando forma. He ido realizando copias de mi propio cuerpo, cabeza y hombros, con vendas de yeso para así conseguir el negativo de la figura y sacarla posteriormente en yeso.
Continúo con la idea de proyectar las luces sobre la misma una vez esté terminada como referencia a las luces de neón y la noche. Además, he concretado que grabaré en su superficie diversas fechas puntuales que me han hecho replantearme temas, como la primera vez que conocí a estas amistades cuando llegué por primera vez a Málaga, la muerte de otro amigo o el primer día de universidad. Las fechas estarán del revés, de modo que podrán verse de forma adecuada cuando la figura se observe reflejada en un espejo, como metáfora a que esos sucesos que matizan nuestro yo actual pueden ser intuidos por personas ajenas, pero se mantienen siempre en el reflejo de nuestra persona y somos capaces de llegar a ellos y conocer su procedencia y repercusión cuando nos miramos a nosotros mismos. Nuestros actos y los sucesos que vivimos nos conforman como las personas que somos actualmente.
En cuanto al factor “puzle”, realizaré hendiduras irregulares pero perfectamente horizontales y verticales inspirándome en las que presentan las obras de Gehard Demetz
Día 56. 26 de enero En el día de hoy he continuado el último proyecto escultórico, el poema-objeto. Ya que deseaba emular las luces de neón he comprado un flexo pequeño y una bombilla para él, la cual ha sido pintada con laca especial para cristales rosa y he reutilizado una bombilla de un flexo grande de pie de casa, cuya bombilla he pintado de azul también con pintura especial. Tras comprar 12 kilos de escayola en polvo me dispuse a rellenar el negativo tras haber unido la cabeza y los hombros de forma que pretendía obtener un movimiento natural entre ambos y que mantuviera la esencia que pretendía mostrar en la primera posición que tomé durante la copia de la cabeza. Sin embargo, después de realizar la mezcla con 6 kilos de escayola y pretender que esta no tuviera muchos gramos, comenzó a fraguar rápidamente de modo que no pude rellenar completamente el molde y el resultado de esta primera prueba fue una cabeza y cuello totalmente agrietadas, que apenas mantenía la forma original del molde en escayola.
Realicé un segundo intento más adelante utilizando los otros 6 kilos de escayola, de modo que también elaboré una mezcla más aguada que me permitiera un margen mayor de tiempo para llenar todo el molde. Tras dejar la mezcla fraguar unas 8 horas la saqué del molde y apliqué sobre ella ambas luces, de modo que éste fue el resultado:
Se ha perdido mucha información de la copia en vendas de yeso, como el ojo derecho o los orificios de la nariz y se aprecia también el corte en el cuello, por la zona en la que ambas piezas fueron unidas. Además, muchas zonas han recogido pequeños pedazos de yeso al desprenderse y han aparecido muchas grietas e imperfecciones que tendré que trabajar (como el desnivel del cuello o marcar más los orificios nasales).
Día 58. 3 de febrero Puesto que he decidido presentarme al examen de escultura de este 7 de febrero, he modificado considerablemente la escultura de la última propuesta. He alisado la parte de atrás en su totalidad, puesto que presenté la pieza con imperfecciones y desigualdades propias del material y que no habían sido tratadas a diferencia del resto de la pieza.
He aprovechado además mi vuelta a Málaga durante estos días para cambiar el escenario de mi escultura y ver cómo funciona en un paraje natural puesto que fue concebida en un registro artificial, que hacía referencia a la humedad de la noche y las luces de neón. La idea me llegó al recordar las esculturas de Alfonso Masó, cuyas interpretaciones y las sensaciones que transmitían cambiaban de forma total en función de dónde se encontraban expuestas.
Fotografías de la serranía de Ronda, el nuevo escenario de la escultura.
Fotografías de la pieza escultórica en un espacio natural durante la mañana.
Fotografías de la pieza escultórica en un escenario natural durante el atardecer.
El contexto natural hace cambiar completamente el mensaje que pretendo transmitir con esta pieza y una vez más la luz es de suma importancia. La luz natural no juega con los huecos de la escultura, la mayoría quedan disimulados ya que fueron creados desde un principio con la idea de sacarles partido con las luces de colores.
Pese al cambio de mi pieza, no me han disgustado los resultados obtenidos y me han recordado mucho a los trabajos de Steinunn Thorarinsdottir por el aura de tranquilidad y serenidad que transmiten rodeadas de la naturaleza.
“El arte es oír las cosas, es que las cosas nos oigan.”
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